23.3.12

Sitio.




En mi armario hay un hueco para ti, entre todas las camisetas usadas y desordenadas, 
muchas de ellas con agujeros, otras muchas desgastadas por el paso de los años. 


Debajo de las perchas que lo aguantan todo, días de frío y de verano. 
Al lado de las mochilas de viajar y de esa maleta llena de inseguridades futuras. 


Hay un sitio para ti, no te voy a exigir que esté ordenado, me paso la vida arreglando y desarreglando yo también. Es tu espacio, intentaré no invadirlo con mi ropa interior. Aquí están mis perfumes y champús, espero que estén a tu lado como espero que no te canses de ellos, pues te van a acompañar todo el tiempo que estés aquí.


Pero como notarás, en mi armario se está bien, hace un calor extraño. Seguro que lo has pensado, por fuera es un armario marrón, simple, que no destacaría entre otros. Por dentro mola, es calentito, colorido, aunque no hay muchas cosas especiales, quizás alguna cámara usada, un periódico anticuado y algunas rosas marchitas. Sí, eres lo más nuevo que hay aquí.


Aún así, no te prometo nada, no se cuanto te vas a quedar, quién sabe si dentro de unos años acabarás como muchos objetos en un mercadillo de trueque o en casa de algún allegado. Quedas bien, tus colores hacen juego con los míos.


Antes de que nos caiga algo de polvo, he de preguntarte donde has conseguido esos colores, cuéntame, mi armario desde que has llegado no parece el mismo. Lo has terminado de llenar.




Foto: un día gris en Delft.

No hay comentarios: