5.3.12

Casa.




Es como si no fuera mi casa,
como si esa no fuera mi cama
y ese mi ordenador.


Por el solo hecho de que él existe
y está presente
me olvido de todo.


Todo lo que normalmente me apetecía
queda en segundo lugar,
apartado por un montón de dudas
y ganas de tenerlo al lado.


Llamar a su puerta,
entrar,
y sentirlo.


Dice que a lo mejor se va,
que lleva tiempo pensándolo.


Si se va todo se acabó.
Y ni si quiera había empezado.


No, quizás no.
Pero cuando estoy en casa me da igual todo.


Foto: segundo cuarto.

No hay comentarios: