7.11.11

Búsqueda.


Tenía un corazón en la manos, este sangraba pero no se me movía, había dejado de existir por un periodo corto de tiempo, dándole la razón a lo que su mente tanto tiempo llevaba sospechando. El ni si quiera sabía de quien era ese corazón, como había llegado a sus manos. Casi no lo veía. Pero no era lo mismo para ella, que se retorcía buscando dónde estaba el pedazo que le faltaba, mientras el hueco de su pecho se hacía cada vez más grande. Era como buscar un diente de tiburón con el peligro de que si lo encontrabas quizá este te arrancaría el brazo o peor, te mataría. Aun y con todo, ella no se cansaba, insistente recorría las palabras, los gestos y la boca de la gente, contemplaba sus nucas desde lo lejos, esperando una respuesta. Buscaba una señal, una energía que brillara y le derajara entrever, por unos segundos, que su corazón estaba cerca.




Foto: Días de bricolaje en Gràcia.

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